jueves, 12 de enero de 2017

Evaluación de la formación docente en los participantes en el programa de enseñanza vivencial de las ciencias en educación básica

La Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades, SOCIOTAM, publicó un artículo llamado:  "Evaluación de la formación docente en los participantes en el programa de enseñanza vivencial de las ciencias en educación básica, en Victoria, Tamaulipas"; escrito por  Cervantes Castro Rosa Delia. Este artículo analiza la formación docente con la que egresan los profesores de educación básica de nivel primaria, y si este perfil coadyuva a la implementación del programa de enseñanza vivencial de las ciencias en educación básica (PEVC); dicho programa pretende que el maestro sea conductor del proceso y que permita al alumno, con base en la experimentación, el descubrimiento de nuevos conocimientos (mediante comunidades de aprendizaje). Este programa es implementado en México por la fundación México-Estados Unidos para la Ciencia. El estudio se realizó a cuarenta docentes de educación básica que participan en la implementación del programa PEVC.

            Los objetivos del PEVC, son los siguientes:
  • Alumnos: Pasar de un aprendizaje pasivo a uno reflexivo (actúen como investigadores)
  • Docentes: Que pasen de una lección tradicional a una indagación dirigida
  • Contenidos: Que no sean amplios y extensos y mucho menos memorísticos, y en cambio  sea profundo, coherente y explicativo (que se comprenda)
  • La evaluación: De exámenes tradicionales y de memorización de datos y hechos, a una utilización del conocimiento.



La autora explica que la educación en México ha tenido grandes cambios, debido a la incorporación de diferentes modelos educativos, y más aún en el área de la enseñanza de las ciencias, lo cual no ha sido sencillo ya que no hay mucha preparación por parte del profesorado en estos temas. La formación de los docentes de educación básica está a cargo de la SEP,  aunque los cambios políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos han influido de forma determinante en la reestructuración de  los programas de estudio que se ofrecen en la instituciones normalistas.


En este sentido el artículo muestra que la formación docente es uno de los componentes más importantes del ámbito educativo, ya que reconoce que el maestro es pieza fundamental de cambio pedagógico, pero desafortunadamente, el grave rezago de a calidad educativa que prevalece en el país es consecuencia de la deficiente formación académica de los maestros de enseñanza básica. Las reformas educativas pueden transformar aspectos curriculares, organizativos o de gestión, éstas tienen un futuro incierto si no logran articularse en una propuesta coherente de transformación de los docentes, que son quienes verdaderamente pueden hacer un cambio significativo en el proceso educativo. 

Otra parte interesante del artículo muestra el mapa curricular (1997) que rige la licenciatura en Educación Primaria y el perfil de egreso que los docentes tendrá al terminar su formación, la SEP señala principalmente cinco grandes campos: habilidades intelectuales específicas, dominio de los contenidos de enseñanza, competencias didácticas, identidad profesional y ética, y capacidad de percepción y respuesta a las condiciones de sus alumnos y del entorno de la escuela. Y como se puede observar la formación que el docente recibe no es quizá la más apropiada para aplicar un programa de estas características.


Cervantes Castro nos dice que se aprecia fácilmente que el docente, a lo largo de su carrera, recibe única y exclusivamente materias de carácter teórico y carece por completo de materias de orden práctico. Es decir, que aunque posee un nivel conceptual teórico aceptable, no tiene las herramientas necesarias para aplicar sus conocimientos en un nivel práctico. Como se puede observar en el Plan de Estudios 1997 de la licenciatura en Educación Primaria presentado por la SEP, no existe una correlación entre los objetivos planteados y el mapa curricular establecido.


Sin duda alguna como lo dice el artículo, lo primero que se debe de cambiar es la formación del docente (sea este normalista o egresado de cualquier otra institución formadora de profesores), para que este pueda impactar en el área de la enseñanza de las ciencias, si se quiere alumnos autónomos, críticos y reflexivos, lo que hay que hacer es formar al docente para que este posea estas características, y así pueda ayudar a sus alumnos a desarrollarlas.

Creo que debería haber espacios dentro de las Universidades y las Normales, donde nos ayuden a los docentes a adquirir estas competencias, sería indispensable que se dote a estas instituciones de espacios especializados para realizar prácticas y experimentos, en la materias de ciencias que se imparten (para enseñar al docente como se debe impartir la clase), no dejar de lado la teoría sino llevarla de la mano con la práctica.

Así como nos marcan los currículos escolares (de educación básica) que debemos favorecer el desarrollo de capacidades y actitudes científicas para propiciar el pensamiento reflexivo de los alumnos, es como deberían de impartirse las clases a nivel licenciatura y normalista, para que los docentes también desarrollemos dichas actitudes, porque no podemos dar algo que no tenemos.



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