Navegando por la red me encontré un artículo fascinante, que lleva por nombre "los encuentros científicos en preescolar", escrito por García, Marianela; Peña, Pablo(2002), el cual me dejó una gran enseñanza sobre mi práctica docente al pretender enseñar ciencias en preescolar.
El artículo menciona que el modelo didáctico
que la gran mayoría de los docentes
desarrolla dentro de su salón de clases es el transmisioncita
(conductismo). Dentro de este modelo la ciencia es la acumulación de conceptos
descriptivos, explicativos y comparativos de fenómenos; por tanto aprenderla,
supone memorizar los conocimientos acumulados a lo largo de la historia, y no,
la construcción de procesos significativos y actitudes positivas hacia la
ciencia; por ende el alumno internaliza la figura del científico como un genio
o un personaje ajeno a su ambiente cotidiano y con lo que él no tiene nada que ver.
La investigación se hizo el estado de Trujillo (Venezuela) donde se llevan a cabo encuentros científicos infantiles, que se realizan cada año en los meses de Junio y Julio, en los planteles que previamente han sido seleccionados para dicho evento.
La investigación se hizo el estado de Trujillo (Venezuela) donde se llevan a cabo encuentros científicos infantiles, que se realizan cada año en los meses de Junio y Julio, en los planteles que previamente han sido seleccionados para dicho evento.
Los investigadores describen el evento y la forma en que dos
niñas realizan su participación, nos dicen que
las docentes juegan un papel de apuntador para las participantes; y las
niñas se dedican a decir de forma memorística lo que la docente les escribió
para la ocasión y ejecutan de manera mecánica el experimento, una de las niñas se
confunde en los diálogos y en los pasos del
experimento y la docente le ayuda a terminar con la demostración diciéndole lo
que hay que hacer. Los investigadores explica que la actitud de la pequeña que se equivoco fue de angustia y miedo ante tal situación. Y dicen que: “la selección de la actividad científica expuesta por las niñas,
solo fue de repetición verbal, lograda mediante la memorización”. A este tipo
de experiencias Tonucci (1999) les llama pseudo-investigaciones, las cuales se
usan para cumplir un requisito del programa escolar, ya que no responden a una autentica inquietud infantil, no son
parte de un proceso de reflexión y problematización a cargo de los niños, sino
que viene desde afuera, desarraigados y descontextualizados. Por tanto no se aborda el aprendizaje de la ciencia
como un proceso constructivo, sino como un saber acabado, donde no hay cabida
para las dudas e incertidumbres, olvidando que pueden convertirse en una
posibilidad a través de las cuales los niños desarrollen habilidades y
destrezas en los procesos de aprendizaje tales como: observación, descripción,
clasificación, mediación y predicción de eventos, de acuerdo al dominio de
lenguaje que se tiene a esa edad.
Los investigadores llegaron a la siguiente conclusión: “ Los encuentros científicos que se promueven no son más que prácticas teatrales, teniendo como argumento de fondo la actividad científica, lo cual desvirtúa estos encuentros.
Algo que me pareció muy interesante y por tanto quiero destacar, es que nos hacen recomendaciones para evitar estos
errores las cuales son: 1) Adaptar experiencias a la etapa de desarrollo
infantil, 2) que los niños expresen lo
que observan autónomamente, 3) que los niños utilicen sus ideas previas y 4) elaborar
situaciones que produzcan en los niños conflicto cognitivo.
Este artículo no solo muestra la
realidad de lo que pasa en Venezuela, sino también en México y en muchos otros
países, donde los docentes pensamos que la ciencia es muy complicada para ser
entendida y reflexionada por nuestros alumnos de preescolar y minimizamos lo
que ellos pueden llegar a realizar.
El problema es que los maestros concebimos a la ciencia como algo fuera del alcance de nuestros niños, y tenemos una concepción errónea de cómo
enseñar ciencias; ya que enseñar ciencia no es que los pequeños memoricen conceptos que no entienden o realicen experimentos sin
sentido, como si fueran instructivos para armar cosas, donde si te saltas un paso ya no queda igual o le sobran piezas. Ignoramos el proceso natural de
indagación y búsqueda de nuestros alumnos, ofreciéndoles conocimientos
memorísticos momentáneos que de nada sirven.
Enseñar ciencias en preescolar es buscar que los niños intenten explicarse el mundo que los rodea, realizando
hipótesis lógicas, de por qué son así las cosas, los niños deben contar con la
posibilidad de verificar dichas hipótesis para poder validar o cambiar su
conocimiento, por medio de situaciones que le sean significativas y pueda usar
no solo en el contexto escolar, sino también en su vida diaria. Busquemos que
nuestros alumnos sean críticos, analíticos y reflexivos y no autómatas.
Excelente análisis, al encontrar el articulo coincidí con tu opiniones.
ResponderBorrarSaludos