La Revista Educación de la Universidad Islas Baleares, publicó un artículo llamado "Los estudios de género y la enseñanza de las ciencias" escrito por Manassero Mas María Antonia y Vázquez Alonso Ángel; en el cual nos dicen que es poco probable que las jóvenes
elijan una carrera relacionada con las ciencias exactas, ya que se tiene la
concepción de que estas carreras son solo para hombres, por tanto analizan
diversas propuestas didácticas para evitar la discriminación de género en la
enseñanza de las ciencias. Nos explican que los factores sociales y culturales
de la división del trabajo se
caracterizan por la exclusión de las mujeres en las ciencias y la concentración
del conocimiento en manos masculinas. Las mujeres en este campo sufren de
discriminación tanto en la escuela como en el mercado laboral, ya que el
monopolio del conocimiento y la cultura por los
hombres son normas sexistas establecidas en el funcionamiento cotidiano.
Afirman que la práctica
profesional, y la educación en ciencia y tecnología sitúan a las mujeres en
desventaja, de modo que la ciencia resulta una experiencia alienante para las
mujeres. Explican que el número de mujeres científicas ha sido a lo largo de la
historia menor que el que ha ejercido en otras profesiones; la falta de
estudios que enmarquen y valoren adecuadamente la contribución de la mujer al
progreso global de la humanidad minusvalora su papel.
Una de las consecuencias más
negativas del androcentrismo en la ciencia es su transmisión a la escuela a
través de las disciplinas escolares científicas que reflejan esos conocimientos
especializados, con el contagio del androcentrismo a la población en general, y
la ausencia, en los contenidos escolares de modelos y referentes femeninos con
los que puedan identificarse las chicas. La epistemología de la ciencia
enseñada en las aulas resulta decisiva para que el género pueda ser aceptado
como una variable que influye en la enseñanza de la ciencia y uno de los
principales condicionantes de las elecciones profesionales.
Manassero y Vázquez nos dicen que
el profesorado a través de su propio proceso personal de socialización, ha
interiorizado los estereotipos de género, los cuales pueden activarse y
transmitirse a través de sus prácticas de enseñanza en el aula; algunos
docentes tienen el estereotipo de que las mujeres no son aptas para la ciencia
e incluso de que son menos inteligentes que los hombres en este ramo, por tanto
los juicios de valor influyen en las notas de las pocas alumnas que
tienen en sus aulas y por ende ellas se sienten poco valoradas y algunas presentan
deserción en estas carreras.
El estereotipo de género considera que los
chicos están mejor dotados para las disciplinas científicas más duras y las
chicas para las asignaturas y carreras más artísticas e intuitivas. Con
relación a los papeles atribuidos a cada
género, la conducta del profesorado reproduce y transmite estereotipos, cuando
debería contribuir a corregirlos practicando activamente una educación para la
igualdad y potenciando las capacidades de las personas con independencia del
sexo y otras circunstancias.
Uno de los mayores obstáculos
para que las chicas elijan cursos de ciencia es la imagen masculina de estas
opciones, la elección de este tipo de estudios representa para las mujeres que
optan por la ciencia, una ruptura y una transgresión personal del modelo
atribuido a su género; también supone una ruptura social con el proyecto
familiar, especialmente el de las madres. El factor general que más influye en
la segregación de las mujeres en la ciencia es la estricta definición de los
papeles sexuales típica de la sociedad patriarcal que determina en todos los
niveles sociales una división según el género. Los intereses y preferencias de
chicos y chicas en relación con la ciencia comienzan a diferenciarse
tempranamente, en la escuela primaria, antes incluso de que tengan un contacto
formal con los contenidos científicos.
La discriminación de la ciencia
contra las chicas comienza antes de la escuela a través de actividades de ocio
y prosigue después: las niñas prefieren jugar con muñecas que con artefactos y
mecanismos, debido a que sus experiencias previas e intereses, están en
desventaja en lo que se refiere a las destrezas e intereses.
Otro aspecto importante que
explican los autores es la forma en que se evalúan las ciencias, nos dicen que
los exámenes que se hacen favorecen más a los hombres ya que generalmente se hacen de opción múltiple, y son pocas las veces en las que se demuestran los
conocimientos de forma verbal que es como a mayoría de las chicas podría
contestar exámenes para poder destacar debido a que las habilidades entre hombres y
mujeres varían.
El principio la ciencia para
todos, unido a los principios constructivistas y a la conexión con las vidas
diarias de los estudiantes, requiere que el profesorado escuche activamente las
necesidades de los estudiantes antes de seleccionar el currículo adecuado según
estos principios. Los docentes de ciencias tienen la especial obligación de
romper el ciclo de desigualdad en la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias
promoviendo un clima de clase amigable para las mujeres y animándolas a
participar en actividades y discusiones.
Una
ciencia y una tecnología acogedoras deberían evitar que las mujeres tengan inconvenientes relacionados con el género en su acceso a la alfabetización científica
necesaria para vivir en una sociedad en cuya cultura influye cada vez más la
ciencia y la tecnología.
Concuerdo con los autores cuando
dicen que desde pequeñas a las niñas se les dice cómo deben ser, cómo se deben
de comportar y hasta que profesión escoger cuando sean grandes, estamos
educadas dentro de una sociedad patriarcal, donde los roles de género ya está
establecidos y la sociedad dice lo que está bien y mal de acuerdo a tu género.
Cuando pensamos en ciencia inmediatamente viene a nuestra mente la imagen de un
hombre con bata en un laboratorio, ello
debido a las creencias y prejuicios que tenemos de lo que es la ciencia y
quienes están a cargo de ella.
Creo que esta forma de ver la
ciencia es incorrecta y lo que podemos hacer como docentes es que desde edades
tempranas enseñarle a los niños y las niñas que la ciencia no depende del
género, que pueden tener acceso a ella y ser grandes científicos, mostrarles
que hay que dejar los estereotipos a un
lado; otra de nuestras funciones debería ser dar a conocer a mujeres que han
sido grandes científicas para que las niñas se sientan identificadas, pero lo
más importante es tratar a nuestros alumnos por igual y ofrecerles las mismas
oportunidades por que como lo dicen los autores estamos inmersos en un mundo
donde la ciencia y la tecnología están en todo lo que vemos, no hay que
reproducir el analfabetismo científico, sino más bien hay que acercar el
conocimiento científico a todos por igual.
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